Podemos ver en redes sociales, páginas y publicidad, artículos y formas de calmar a los bebés que permitan reemplazar al adulto cuidador en esta labor. Por otra parte, una de las primeras frases que nos dicen en nuestro entorno cuando somos padres es que "no acostumbremos a los niños a los brazos" o derechamente un "no lo malcries".
Un o una bebé de meses de vida ¿Nos puede manipular para lograr lo que desean? La respuesta es NO. Cuando un o una bebé llora es porque hay una necesidad biológica que debe saciar, incluyendo que lo tomen en brazos. Si, una necesidad biológica.
El contacto piel a piel es una necesidad biológica de los seres humanos, particularmente durante los primeros meses, tal como lo es alimentarse, hidratarse o regular la temperatura de nuestro cuerpo.
“Las caricias, los contactos piel a piel, los masajes, todo esto alimenta al niño. Es un alimento tan necesario como los minerales, las vitaminas y las proteínas”…. “¿Alimentar al niño? Sí, pero no solamente con leche. Hay que tomarlo en brazos. Hay que acariciarlo. Hay que hablar a la piel del pequeño, hay que hablarle a su espalda, que tiene sed y hambre, igual que su vientre” (Fréderick Leboyer).
Desde los estudios y escritos de Spitz en la decada de 1950 y el concepto de Hospitalismo, ha quedado en evidencia las consecuencias negativas de la separación temprana de los niños y niñas de su cuidador principal (Spitz habla de madre). Cuando un o una bebé nace se enfrenta a un shock sensorial, donde una cantidad de multiples estímulos los invaden (luz, fuerza de gravedad, sonido, etc), además, deja de tener la contensión uterina y la agradable temperatura del líquido amniótico. Es por ello, que en los primeros meses, no hay un lugar más agradable y protegido para ese bebé que el pecho de su madre (o cuidador principal) que lo protege de la invasión sensorial y es lo más parecido a las condiciones intrauterinas que puede encontrar y que la complementa con nuevos estimulos como son un aroma y una voz que lo ayudan a calmarse.
La mayor evidencia al respecto son lo resultados que ha presentado el método "Madre Canguro" para el manejo de los bebés prematuros. En este método, se realiza contacto piel a piel entre madre e hijo/a de forma precoz y continua. Se coloca al bebé con pañal, calcetines y gorro en posición fetal contra el pecho materno, evocando la vida intrauterina y favoreciendo la lactancia materna. La evidencia describe que este método es eficaz en la reducción de infecciones, estabilización de parámetros hemodinámicos y termorregulación del recién nacido prematuro, además de disminuir el estrés de la madre y empoderarla como proveedora principal de las necesidades físicas y emocionales (Barraza-Peña, Jofré-Aravena, Ramirez Ochoa, 2020).
Los cuidados y contactos piel a piel con el bebé permiten la liberación de sustancias que mejoran el estado de ánimo, alivian el dolor y favorecen el desarrollo. Esto se debe a que el contacto continuo y cuidadoso, por ejemplo, durante el baño, la muda o a través de la incorporacion de masaje en la rutina del niño o niña, aumenta la liberación de opiaceos naturales, hormonas y neurotransmisores como la oxitocina y la serotonina, elementos que hacen sentir bienestar en el bebé. Lo que trae como beneficios:
Mejora en el sistema inmune.
Predispone y favorece al sistema nervioso para el aprendizaje.
Ayuda a una adecuada adaptación al medio.
Favorece el manejo del dolor.
Ayuda a regular el sueño.
Ayuda a manejar el tono.
Entre otras.
Otro elemento destacable en todo esto, es que este beneficio no es sólo para el bebé, sino para quién otorga los cuidados. El aumento de las sustancias descritas también se da en el adulto que cuida, lo que nos da esa sensación de enamoramiento del bebé que cuida y que, a pesar de lo dificil que pueda ser criar, hace que sea una experiencia única y maravillosa.
Bibliografía.
Barraza Peña, Carmen Gloria, Jofré Aravena, Viviane Eugenia, & Ramírez Ochoa, Jonathan Andrés. (2020). PERCEPCIONES ASOCIADAS AL MÉTODO MADRE CANGURO DE MADRES CON RECIÉN NACIDOS PREMATUROS. Ciencia y enfermería, 26, 32. Epub 07 de enero de 2021.https://dx.doi.org/10.29393/ce26-26pacb30026
Lecannelier, F. (2018). La teoría del apego: una mirada actualizada y la propuesta de nuevos caminos de exploración. Aperturas psicoanalíticas, 58(18), 1-28.
Llauradó, C. C. (2013). Piel, envoltura, tocar y ser tocado: el lugar del tacto en psicomotricidad. Revista Iberoamericana de Psicomotricidad y técnicas corporales, 37, 4-44.
Lucas, CC, da Silva Pereira, AP, da Silva Almeida, L. y Beaudry-Bellefeuille, I. (2023). Evaluación de la integración sensorial en la primera infancia: una revisión sistemática para identificar herramientas compatibles con el enfoque centrado en la familia y las rutinas diarias. Revista de terapia ocupacional, escuelas e intervención temprana , 1-47.
Skalli, S. (2019). Estudio del diálogo tónico postural del prematuro extremo a término y su madre. Revista iberoamericana de psicomotricidad y técnicas corporales, (44), 43-52.
Vives-Vilarroig, J., Ruiz-Bernardo, P., & García-Gómez, A. (2022). La integración sensorial y su importancia en el aprendizaje de los niños con trastorno de espectro autista. Cadernos Brasileiros de Terapia Ocupacional , 30 , e2988.
Comments